lunes, 6 de enero de 2025

 La combinación de prurito, hepatomegalia, hiperpigmentación y un nivel desproporcionadamente elevado de fosfatasa alcalina en una mujer mayor de 30 años sugiere cirrosis biliar primaria (CBP) y es poco común en otras enfermedades hepáticas. La hipercolesterolemia y los síntomas de tipo seco (ojos secos/piel seca) fortalecen el diagnóstico. La tríada de una fosfatasa alcalina elevada, una fracción de Ig M total aumentada y anticuerpos antimitocondriales positivos esencialmente confirma el diagnóstico de CBP. La biopsia hepática sigue siendo el estándar de oro para el diagnóstico de CBP.

 La presencia de endocarditis por Streptococcal bovis o bacteriemia por Clostridium septicum sugiere malignidad gastrointestinal y exige una colonoscopia y una gastroduodenoscopia endoscópica (EGD).

 Cuando se toman por vía oral, ciertas píldoras pueden provocar directamente esofagitis, una afección llamada esofagitis por píldoras. Hierro, tetraciclina, antiinflamatorios no esteroides (AINE), bifosfonatos (alendronato), quinidina y potasio. La presentación clínica a menudo consiste en la aparición aguda de dolor torácico retroesternal con odinofagia asociada. Esto es particularmente cierto en pacientes mayores con dismotilidad esofágica.