Secuencia Video Endoscópica 4 de 7.
- Aunque su patogenia no está totalmente aclarada, se
presume existe un origen isquémico. Apoya esta hipótesis
la localización más frecuente en el sector menos
vascularizado del esófago (tercio distal), la rápida
recuperación de la mucosa al restablecer la perfusión y los
hallazgos microscópicos semejantes a los detectados en la
colitis isquémica.
Otra teoría propone una obstrucción del
vaciamiento gástrico con acumulación de abundante
cantidad de líquido en el estómago y reflujo
gastroesofágico. La exposición de la mucosa esofágica al
ácido gástrico podría generar injuria directa y necrosis del
mismo. Ésto puede ser potenciado por el hipoflujo
sanguíneo local, ya que éste es uno de los mecanismos
defensivos del esófago al reflujo ácido.
Además, la desnutrición podría comprometer el sistema de defensa mucoso y la capacidad de cicatrización. Se reportó un mal estado nutricional en el 75% de los pacientes con ENA.